Lunes, 18 de abril de 2011 Editorial Analítica
Nos referimos a la que ningún funcionario público, incluso el presidente de la República pueda permanecer en el poder por más de 10 años. ¿Será que como la mayoría de los funcionarios de importancia en Cuba son octogenarios, no dan para más? ¿ O será más bien que se ha dado cuenta con los años la gravedad de la falta de oxigenación de un sistema político?.
En todo caso esas reflexiones del Presidente de Cuba no deben ser miel para los oídos de Chávez quien de manera jactanciosa se alegró de que en el PSUV no se requiere ni de primarias ni de secundarias, ya que está indisolublemente y para siempre ligado a la insustituible figura de Hugo Chávez Frías.
¿Esa es la democracia a la que aspira el pueblo venezolano? . Según el Presidente él es la encarnación de la voluntad popular y como tal el sabe lo que el pueblo quiere. Ahora nos preguntamos ¿será verdad que el pueblo desea el caos, la inseguridad, la inflación, el irrespeto a las normas, la corrupción, la impunidad, las fallas eléctricas, el pésimo estado de las carreteras, el mal funcionamiento de todos los servicios públicos y la militarización de la sociedad.?.
Sin pretender poseer una ciencia infusa que permita medir lo que los venezolanos quieren, creemos que la gran mayoría de los pobladores de esta antigua tierra de gracia aspiran a que haya: orden, seguridad, justicia, trabajo estable, inclusión y paz social.
Eso evidentemente no lo puede ofrecer un hombre que lleva más de doce años en el poder y que pretende quedarse por más tiempo del que su ídolo Fidel Castro estuvo mandando. Raúl Castro tiene razón nadie debe permanecer en el poder por más de diez años porque las sociedades se atrofian y los mandatarios se corrompen.
Sino piensen en Gaddafi, Mubarak, Fidel, Mugabe, Mao, Stalin, Pinochet, Fujimori, Franco, y tantos otros que no quisieron soltar las riendas de sus países y compárenlos, entre muchos más, con Lula, Lagos, Bachelet, Felipe González, e incluso con los presidentes de China y verán la diferencia en la evolución de las respectivas sociedades cuando se acaban las presidencias vitalicias..
Venezuela requiere oxigenar su dirigencia política y desterrar el personalismo como forma de gobernar. Estamos en el siglo XXI y formamos parte de la aldea global y tenemos que prepararnos para cambiar y superar nuestro pasado o estaremos condenados a convertirnos en una sociedad cerrada y sin futuro como Corea del Norte. Porque incluso en Cuba, Raúl Castro se ha dado cuenta que una sociedad cerrada en si misma está condenada a una decadencia sin límite.
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